«La gloriosa servidumbre»

     ¿Qué pasó realmente en la vida del P. Federico aquella Domínica del Buen Pastor el día 28 de abril de 1895? Tal como se desprende del siguiente párrafo:

«Hoy sentí en mi alma hace 14 años la suave mano del Divino Pastor que lavaba con su preciosa Sangre el ruien corazón míos. Hoy, el sacerdote más ingrato que ha habido ni habrá, fue engendrado a la Esclavitud. Hoy puso el Señor en mi alma los gérmenes de la gracia con que había de nutrirse la compañera santa de mi amor para engendrar hijas e hijos a la vida de la Esclavitud. Hoy debe ser el día de mi nacimiento, y tal vez hoy fue el día que te conocí… Fuera cuando fuera, yo creo que te debí conocer desde toda la eternidad, si antes de ser pudieran conocerse las almas en Dios; pues tú fuiste hecha para mí y yo para ti».

El P. Federico el día 28 de abril de 1895, fiesta del Buen Pastor, tuvo una experiencia carismática vocacional en la que se sintió llamado por Dios para realizar una función específica en el Pueblo de Dios. Evidentemente, aquel día no se percató de toda la magnitud de aquella gracia; la iría comprendiendo poco a poco, a medida que el Señor lo llevaba, por los caminos previstos en sus eternos designios, aunque a una simple mirada humana, en muchas ocasiones podrían parecer contradictorios. La meta a la que tendía esa gracia carismáticaa la irá descubriendo él, a través de los avatares de su propia vida, siempre disponible, siempre entregada a la voluntad de Dios.

Domínica del Buen Pastor aquí