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A.I.I.V
MES DE MAYO
VIGÉSIMO PRIMER DÍA
HELIOTROPO – DESPRENDIMIENTO
Tanto amor para ti mi pecho encierra
que obsequiarte quisiera Madre mía
mas… ¿Puede dar la tierra
algo digno de ti Virgen María?
En este mes que es todo tuyo
recibe nuestro amor nuestro desvelo,
y sírvate de arrullo
nuestra oración que se levanta al cielo.
Heliotropo
Si tus hijos vencidos en la batalla
Llegan a tus moradas encantadoras.
Tienen allí una mano que siempre acalla
De su pecho las quejas desgarradoras.
Todo a ti lo debemos, Madre adorada,
La luz en las tinieblas desgarradoras,
La paz en los combates tan deseada,
Y la palma en las luchas desoladoras.
De ricas alfombras cual la esmeralda,
Forman un tapiz gracioso en tus altares
Coloca de heliotropos dulce guirnalda
Teñida con sus luces crepusculares.
¡A la Torre invencible del Rey del cielo!
¡A la mística Rosa de sus jardines!
¡A la que rinden culto con santo anhelo
Los coros de querubes y serafines!
¡Niña de mis amores, alma del alma!
De heliotropos corono tu sien bendita.
Salve, Torre de Reyes, hermosa palma
¡de mártires gloriosos, Dulce Infantita!
Desprendimiento
“Tengan desprendimiento, pero no únicamente de las cosas materiales, eso no, sino un desprendimiento generoso de sí mismas(os), de sus gustos, de los consuelos, de las contemplaciones”. (LOMF, pobreza, 10)
“Por el mar de este mundo no navegues con mucho peso.
Si yo no amara a la Divina Infantita me condenaría; ella es mi amor, mi locura de amor, quiero ser loco de amor mariano y que por loco me tomen los del mundo. Yo siempre desde niño amé mucho a la Reina del cielo y le ofrecí mis estudios, mi juventud, y mi vida y mi sacerdocio, y vine al mundo para amar y dar culto a mi celestial Señor y Madre”… (Siervo de Dios P. Federico Salvador Ramón)
De amores llena te traigo el alma,
Niña María, dulce ilusión,
recibe ¡oh Reina!, de mis amores
del alma nuestra, muy pobre don.
Niña preciosa, del mundo encanto;
jarrón de flores tu pecho es,
permite ¡oh Reina!, que en él coloque
la flor que ves.
Ellas te canten, Niña del alma,
Endechas tiernas de nuestro amor
Dulces cantares de amor divino,
Pura alabanza, grato loor,
mientras el alma con triste pena
ya se despide, adiós, adiós.
