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A.I.I.V
MES DE MAYO
TRIGÉSIMO DÍA
AZALEAS – PACIENCIA
Tanto amor para ti mi pecho encierra
que obsequiarte quisiera Madre mía
mas… ¿Puede dar la tierra
algo digno de ti Virgen María?
En este mes que es todo tuyo
recibe nuestro amor nuestro desvelo,
y sírvate de arrullo
nuestra oración que se levanta al cielo.
Azaleas
Había en cálido y rico invernadero
Mil arbustos de azaleas delicadas,
Por la mano de experto jardinero
En tiestos pequeñitos colocadas.
Al mirar aquel huerto, Reina mía,
Donde brillaban tan galanas flores,
Pensé en el Paraíso en que algún día
Espero disfrutar de tus amores.
Allí habrá flores bellas, perfumadas,
En aquel exquisito invernadero,
Por la mano graciosa colocadas
Del amable y Divino Jardinero.
Todas esas azaleas venturosas
Traigo hoy a tus altares, Niña mía,
¡Son obra de tus manos candorosas!
¡Son prendas de tu amor, Virgen María!
Tu manto fue bendito invernadero
Que les dio abrigo contra el frío.
Las confió a ti el hábil jardinero
El Hijo de tu amor, el amor mío.
Por eso, es justo que en el cielo adornen
La gran corona de tu blanca frente,
Y con su luz esplendorosa formen
Un cerco de fulgor resplandeciente.
Paciencia
“Suframos con paciencia, hijas mías, aunque nos veamos de lo más abatidas, no temamos nunca, porque Dios cuidará de nosotras”. (LOMF, confianza en Dios, 25)
“Con paciencia todo se andará; porque lo noble, lo verdadero, lo santo está con nosotros y con tales elementos es imposible no llegar al fin que nos proponemos, si es que no caemos y desmayamos como cobardes”. (carta PF a MF, Almería, 4 de mayo de 1910)
De amores llena te traigo el alma,
Niña María, dulce ilusión,
recibe ¡oh Reina!, de mis amores
del alma nuestra, muy pobre don.
Niña preciosa, del mundo encanto;
jarrón de flores tu pecho es,
permite ¡oh Reina!, que en él coloque
la flor que ves.
Ellas te canten, Niña del alma,
Endechas tiernas de nuestro amor
Dulces cantares de amor divino,
Pura alabanza, grato loor,
mientras el alma con triste pena
ya se despide, adiós, adiós.