Presbítero, fundador de las Esclavas de la Inmaculada Niña
9-marzo-1867 + 13-marzo-1931
El Siervo de Dios Federico Salvador Ramón nació en Almería (España), el 9 de marzo de 1867, y murió en San Diego (California), el 13 de marzo de 1931, después de vivir entre España y México.
Primogénito de don Federico Salvador Alex y doña Francisca Ramón Visiedo. Su padre era impresor, hombre justo, de gran corazón y extraordinaria caridad; doña Francisca, dedicada a las labores del hogar, velaba con ternura y fortaleza la educación de sus dos hijos. La impronta que sus padres dejaron en Federico, fue notoria y palpable a lo largo de toda su vida.
Sus estudios eclesiásticos fueron, prácticamente todos, con sobresaliente o meritissimus y varios premios de honor. Su vida en el seminario estaba centrada en dos grandes amores: La Eucaristía y la Virgen, y caracterizada por las prácticas ascéticas tradicionales. Su devoción a María la aprendió de su madre, cuando ésta lo llevaba de la mano a postrarse ante el altar de Ntra. Sra. del Mar, patrona de Almería, en el templo de los dominicos. Su aguda inteligencia destacaba entre sus compañeros, que lo tenían en gran estima y entre los que se acrecentaba su fama de santidad.
Fue ordenado sacerdote el 20 de diciembre de 1890, en la iglesia de Santo Domingo. Tenía 23 años y 9 meses. Fue nombrado capellán de “Las Puras” de Almería. Vivió austeramente en el cuarto destinado al portero y del convento le pasaban la comida que él compartía, con frecuencia, con los pobres, comiendo, incluso, con la misma cuchara. Siendo sacerdote continuó la labor que hacía ya hacía de seminarista: iba a los barrios para dar catequesis a los niños. El 4 de septiembre de 1894 obtuvo la licenciatura en sagrada Teología en la Universidad Pontificia y Real Seminario de San Cecilio de Granada.
El año 1894 fue importante en la vida de Federico. En este año se produjo un cambio decisivo en su vida espiritual, caracterizada por un serio afán de radical entrega a Dios. Día clave fue el 28 de abril de 1895, festividad del Buen Pastor. Se sintió llamado por Dios para realizar una misión específica en el pueblo de Dios. Advierte de inmediato la infinita santidad de Dios y la propia mezquindad. Esto determina en Federico una época de fervor extraordinario y de grandes penitencias. Entonces concibe las ideas principales que fueron el ideal de su vida apostólica y el móvil de todas sus empresas posteriores. En esta experiencia mística, descubre la gloriosa servidumbre de los hijos de Dios. Desde esta palabra de Dios releerá toda la Sagrada Escritura y los acontecimientos de toda su vida. Al lado de Cristo, estará siempre la Virgen, que le irá indicando que haga lo que él le diga.
Entró en la “Asociación piadosa de sacerdotes seculares”, porque allí estaba el hombre, en cuyo servicio pensaba que realizaría su identidad profunda de esclavo de la Inmaculada, don Manuel Domingo y Sol. “Seré Operario en ministerio, para ayudar a los Sacerdotes en los trabajos de su Parroquia”.
Destinado a Roma para desempeñar el cargo de vicerrector del Colegio Español, llegó el día 8 de octubre de 1896. A petición de don Ramón Ibarra González, obispo de Chilapa, que pidió Operarios para su diócesis y la disponibilidad para ir del padre Federico, fue enviado a México. El padre Federico, caballero andante de la Palabra de Dios, fue lanzado, por el señor obispo de Chilapa, a una misión evangelizadora, a gran escala, por toda su diócesis. Desde finales de abril de 1899 hasta enero de 1900 recorrió el Estado mexicano de Guerrero de pueblo en pueblo.
Había encontrado su identidad profunda de esclavo de la Inmaculada, al servicio directo de la Palabra de Dios.
FUNDADOR DE LA “ESCLAVITUD”
Don Leopoldo Ruiz y Flores, por encargo del señor obispo de México, propuso al padre Federico se hiciera cargo de la Corte de la Divina Infantita, imagen a la que daba culto María del Rosario Arrevillaga. «En ese momento comprendí que empezaban mis luchas por la Inmaculada». La espiritualidad de la Divina Infantita, devoción aprobada por su santidad Gregorio XVI, es exactamente la misma realidad profundamente evangélica de la infancia espiritual, que en María del Rosario tenía el matiz de María Niña. María del Rosario fue elegida por Dios para hacer una nueva lectura en la Iglesia, de una página del Evangelio, especialmente necesaria a finales del siglo XIX. El movimiento de Secularización, total rechazo del hombre y de la creación, respecto a Dios, es el sustrato básico sobre el que el Espíritu Santo concede el carisma de la Infancia Espiritual a María del Rosario y el carisma de la esclavitud al padre Federico, que se fusionaron en la “Esclavitud de la Divina Infantita”, familia religiosa fundada el 23 de febrero de 1901, con la aprobación del señor arzobispo de México.
Escribía el padre Federico: “El espíritu de la Esclavitud es necesario en el mundo, el egoísmo es inmenso, la soberbia no tiene dique, la desobediencia es satánica, la esclavitud se impone para infundir su espíritu de sacrificio, de humildad, de obediencia. A todas partes ha de llegar….” Regresa a España el 23 de agosto de 1902. Del 22 al 27 de septiembre, en el Santuario de Nuestra Señora del Saliente, Vélez Rubio (Almería), escribió la primera Regla o Constituciones de los Esclavos. El 20 de diciembre de 1904, en Cantoria (Almería), comenzó a escribir las primeras constituciones de las Esclavas. Empieza una gran actividad apostólica por las diócesis de Almería, Granada y Guadix. Muchas fueron las dificultades por las que pasó la congregación, debidas a dolorosas e injustas calumnias contra los fundadores, hasta que fue aprobada por la Santa Sede. La vivencia del carisma les hizo esperar contra toda esperanza en total abandono a la voluntad de Dios durante diez años. Tenían la certeza del carisma recibido: “La Esclavitud de la Divina Infantita es obra de Dios”.
Desde el 10 de julio de 1910, responsable, como propietario, del periódico católico La Independencia de Almería, lleva a cabo una gran actividad periodística en los artículos que publica de carácter religioso, político, literario, firmados o no con seudónimos.
El 4 de octubre de 1914 inaugura el Internado y Colegio de segunda enseñanza en Instinción (Almería).En dicho centro comían, además de los alumnos, muchos necesitados del pueblo. El Ayuntamiento nombró al padre Federico y a su hermano Francisco “hijos predilectos” y puso sus nombres a dos plazas del pueblo. El 15 de enero de 1917 comienza la publicación de la revista mariana Esclava y Reina. El 7 de de Febrero de 1918, era canónigo por oposición de la santa iglesia catedral de Guadix. Predicó sin descanso, desde su ordenación hasta su muerte, decía don. Diego Ventaja. En Guadix, colabora en diversas publicaciones; en la catequesis, misiones, creación de un internado y colegio, y, sobre todo, empieza a funcionar un pequeño asilo de niñas sumamente necesitadas, obra específica de la Congregación. Tanto en Instinción, como en Guadix, El Ejido, Granada, Melilla, empezaron estos asilos, “prefiriendo a los más necesitados moral, intelectual y materialmente…”, como en México, en los que cientos de niños y niñas se educaban bajo la dirección de la madre María del Rosario y de las esclavas mexicanas, a pesar de las muchas dificultades derivadas de revolución.
El 10 de enero de 1925 moría María del Rosario Arrevillaga, “Apóstol de la Inmaculada Niña”, “la madre de los pobres”, como la llamaban.
SUS ÚLTIMOS DÍAS
El día 1 de marzo de 1926, el padre Federico renuncia a la canonjía y queda incardinado a la diócesis de Granada. El 31 de octubre de ese mismo año comenzó una época de intenso apostolado en el Ejido (Campo de Dalías). Inauguró una escuela de catequesis, y más tarde un colegio. El padre Federico renunció a su prebenda de canónigo para dedicarse a misionar pueblos y prestar especiales servicios en algunas parroquias de la archidiócesis de Granada a las órdenes del cardenal Casanova publicaba El Siglo Futuro.
El 12 de julio de 1930 llega a México el padre Federico. El 6 de diciembre, a Tijuana, en donde queda sustituyendo al cura párroco. El 1 de enero de 1931 escribe que tiene en perspectiva la fundación de un seminario de esclavos y de una casa para las esclavas. El 5 de marzo es trasladado gravemente enfermo al hospital de la Merced de San Diego (California), en donde falleció el 13 de marzo de 1931, “solo y en una nación extraña”. El periódico The Southern Cross of San Diego California publicaba en la primera columna de la primera plana la noticia de su muerte, con una síntesis de su vida y obra. Murió a la edad de 64 años, practicando la virtud más heroica, llena su vida de grandes penas y muchos servicios a la humanidad. El padre Damián Gobeo, que lo asistió en sus últimos momentos, testificó: este hombre venerable era tenido como santo y todos tuvieron como un privilegio el hallarlo en esta misión de aquí.
En medio de las terribles pruebas y agobiado por las más crueles dolencias de su última enfermedad, sabía dulcificar sus penas mirando a la cruz de Cristo y repitiendo sin cesar que su único consuelo era “padecer por Cristo”.Su lema:“hacer en todo la Voluntad de Dios”, y P.M.A.I. “Por María a Jesús”: «Lo que no es la Inmaculada Niña y sus cosas todo me es insípido y desabrido. Para Ella mi inteligencia, para Ella mi corazón y todas mis fuerzas, mi vida toda por Ella y si un solo instante he de dejar de ser el más fiel de todos sus esclavos, mil veces muera».
El 7 de octubre de 1998 se incoaba el proceso de canonización en su fase diocesana, en la Catedral de Almería, cuando su obra se extendía por diez países: México, España, Italia, Marruecos, Estados Unidos, Venezuela, Brasil, Argentina, Costa Rica y Nicaragua.
Me parece una vida muy intensa y gratificante saber que ayudas a tantas personas que sufren por diferentes motivos en un mundo con personas y gestiones crueles donde necesitamos personas que nos ayuden,nos motiven y sobre todo nos escuchen en nombre de :Dios.
Desde hace años le pido al Siervo de Dios Federico Salvador Ramon su intercesión ante la Inmaculada Niña y por Ella a nuestro Señor Dios todo poderoso, por la salud de mi nieto Samir Nollen Moyano de 9 años de edad que padece un retraso mental importante. Solicito así un milagro al Siervo de Dios Federico en la certeza de que lo hará! Él merece la Santidad y la Declaración Canónica del Papa para reconocer ese milagro y acceder a la Santificación.