QUINTO DÍA
AZAHAR
Himno:
Tanto amor, para Ti
mi pecho encierra
que obsequiarte quisiera Madre mía.
Mas… ¿puede dar la tierra
algo digno de ti Virgen María?
¿Existirá algo en este bajo suelo
para ofrecer a la Santa de las santas
si tiene allá en el cielo
coros de serafines a sus plantas?.
Lucirían en tu trono esas
estrellas que vistas desde aquí nos maravillan,
junto a ti serían bellas
si con la luz de tus pupilas brillan.
¿Tendrían valor las perfumadas rosas…?
cierto es que son vistosos sus colores,
Pero… ¿serán hermosas
al lado de la reina de las flores?
¡Si al ver el sol tu rubia cabellera
de ella recoge todos sus fulgores,
y la celeste esfera
a Ti debe sus puros resplandores!
Si de tu frente toma su pureza
el blanco lirio que entre espinas crece,
y toda su belleza
junto a la tuya, ¡oh Niña, desaparece!
Si no tienen medida
¡oh Madre de mi amor tus perfecciones!
por eso en este mes que es todo tuyo
recibe nuestro amor, nuestro desvelo,
y sírvate de arrullo
nuestra oración que se levanta al cielo.
FLOR DEL DÍA:
Es el azahar la flor encantadora
Que hoy corté para ti, Virgen María,
Acéptala, mi Reina, mi Señora,
Y acepta el corazón que te la envía.
Es emblema de unión casta y bendita,
Corona de la virgen desposada,
Y por eso la trae, dulce Infantita
Un alma de la tuya enamorada.
Robusto tronco, encantador follaje
Ofrece el árbol que a mi flor da vida.
Su dulcísimo aroma y su ramaje
A amar y bendecir a Dios convida.
El venturoso mayo, entre sus flores
La vio brotar radiante de pureza,
Y a la Niña gentil de mis amores
La consagró, cantando a su belleza.
Hermosa flor y perfumado fruto
Son, linda Niña, del naranjo galas,
Y su esencia te manda cual tributo
Del céfiro sutil entre las alas.
Toma mi pobre flor, y su perfume
En aras de mi amor se eleva al cielo.
De ese amor que da vida y que consume,
Y es mi sola ambición y mi consuelo.
De ese amor que en la noche de la vida
Es mi único sostén y mi esperanza,
Mi bendita ilusión, mi sola egida,
La aurora que diviso en lontananza.
El azahar que hoy queda en tus altares
Te dirá que a ti anhelo estar unida;
Y si me haces gustar de tus pesares
Pruebas me das de amor, Madre querida.
Guarda mi florecita perfumada,
Que jamás se marchite, Madre mía,
Que en ella mires mi alma y preservada
Quede por ti del mal, Niña María.
Y si muere muy cerca de tu cuna
Y no agostada por el crudo invierno,
Te hará ver de tus hijas, una a una
El amor que no muere, que es eterno.
ORACIÓN FINAL:
Ave María, Gloria al Padre
De amores llena te traigo el alma,
Niña preciosa, dulce ilusión.
recibe ¡oh Reina, de mis amores
del alma nuestra, muy pobre don.
Niña celeste, del mundo encanto;
jarrón de flores tu pecho es,
permite ¡oh Reina!, que en él coloque la flor que ves.
Ave María, Gloria al Padre
Ellas te canten, Niña querida,
endechas tiernas de nuestro amor
dulces cantares de amor divino,
pura alabanza, grato loor,
mientras el alma con triste pena
ya se despide, adiós, adiós.