SEGUNDO DÍA
MARGARITA
Himno:
Tanto amor, para Ti
mi pecho encierra
que obsequiarte quisiera Madre mía.
Más… ¿puede dar la tierra
algo digno de ti Virgen María?
¿Existirá algo en este bajo suelo
para ofrecer a la Santa de las santas
si tiene allá en el cielo
coro de serafines a sus plantas?.
Lucirían en tu trono esas
estrellas que vistas desde aquí nos maravillan,
junto a ti serían bellas
si con la luz de tus pupilas brillan.
¿Tendrían valor las perfumadas rosas…?
cierto es que son vistosos sus colores,
Pero… ¿serán hermosas
al lado de la reina de las flores?
¡Si al ver el sol tu rubia cabellera
de ella recoge todos sus fulgores,
y la celeste esfera
a Ti debe sus puros resplandores!
Si de tu frente toma su pureza
el blanco lirio que entre espinas crece,
y toda su belleza
junto a la tuya, ¡oh Niña, desaparece!
Si no tienen medida
¡oh Madre de mi amor tus perfecciones!
por eso en este mes que es todo tuyo
recibe nuestro amor, nuestro desvelo,
y sírvete de arrullo
nuestra oración que se levanta al cielo.
FLOR DEL DÍA:
Con diamantes de límpido rocío
está ornada la blanca margarita,
que hoy te viene a ofrecer el pecho mío
en prenda de mi amor, Niña bendita.
Mi pobrecita flor no es estimada
pero su misma pequeñez la abona;
por humilde la aceptas, Madre amada,
y una estrella será de tu corona.
Y si arrancar quisieras sus hojitas
para hacer del amor dulce reclamo,
al tomar la final tus manecitas
te dirá, Niña hermosa, cuánto te amo.
¡A ti, Reina del cielo poderosa
cuya grandeza el universo admira!
¡A ti, la maravilla más hermosa
del autor de la luz que en ti se mira!
¡A ti, que te han cantado los poetas
y no pudieron en sus liras de oro
sacar obras perfectas, ni completas,
dignas de tu belleza y tu decoro!
¡A ti, que ni los ángeles del cielo
se atreven a ensalzar debidamente,
y en estar a tus pies cifran su anhelo
Hija y Madre de Dios Omnipotente!
Perdona mi osadía, Niña mía,
disculpe tu bondad mi atrevimiento,
si algo te dije en mal forjada rima
fue a impulsos del amor que por ti siento.
El amor, Infantita encantadora,
hace locuras, y por eso quiso
este amor que por ti mi alma atesora,
a la Reina cantar del Paraíso.
Toma mis margaritas, y con ellas
Borda Niñita mía tu regio manto.
Si hoy pobres son, se volverán estrellas
al tocarlas la Madres del Dios Santo.
ORACIÓN FINAL:
Ave María, Gloria al Padre
De amores llena te traigo el alma,
Niña preciosa, dulce ilusión.
recibe ¡oh Reina, de mis amores
del alma nuestra, muy pobre don.
Niña celeste, del mundo encanto;
jarrón de flores tu pecho es,
permite ¡oh Reina!, que en él coloque la flor que ves.
Ave María, Gloria al Padre
Ellas te canten, Niña querida,
endechas tiernas de nuestro amor
dulces cantares de amor divino,
pura alabanza, grato loor,
mientras el alma con triste pena
ya se despide, adiós, adiós.