DÍA QUINCE
FLORES
Himno:
Tanto amor, para Ti
mi pecho encierra
que obsequiarte quisiera Madre mía.
Mas… ¿puede dar la tierra
algo digno de ti Virgen María?
¿Existirá algo en este bajo suelo
para ofrecer a la Santa de las santas
si tiene allá en el cielo
coros de serafines a sus plantas?.
Lucirían en tu trono esas
estrellas que vistas desde aquí nos maravillan,
junto a ti serían bellas
si con la luz de tus pupilas brillan.
¿Tendrían valor las perfumadas rosas…?
cierto es que son vistosos sus colores,
Pero… ¿serán hermosas
al lado de la reina de las flores?
¡Si al ver el sol tu rubia cabellera
de ella recoge todos sus fulgores,
y la celeste esfera
a Ti debe sus puros resplandores!
Si de tu frente toma su pureza
el blanco lirio que entre espinas crece,
y toda su belleza
junto a la tuya, ¡oh Niña, desparece!
Si no tienen medida
¡oh Madre de mi amor tus perfecciones!
por eso en este mes que es todo tuyo
recibe nuestro amor, nuestro desvelo,
y sírvate de arrullo
nuestra oración que se levanta al cielo.
FLOR DEL DÍA:
Flores, flores hermosas y perfumadas
Busco para la Dueña de mis amores.
Abre mayo dichoso tus enramadas
Y ofrece a mi Reina todas tus flores.
Recorre tus praderas y sus jardines,
Dame olorosos nardos, dame azucenas,
Violetas y heliotropos, blancos jazmines,
Para darle a mi Niña las manos llenas.
Dame lo más galano de tus vegetales,
Camelias nacaradas, purpúreas rosas,
Perfumadas gardenias, ricos claveles,
Y un búcaro variado de tuberosas.
Dame voces de niño frescas y puras,
Melodiosos gorjeos de aves canoras,
Arrullos de palomas con sus ternuras
Y murmullos suaves, de ondas sonoras.
Si tú has engalanado bosques umbríos
Y has poblado de niños selvas enteras;
Si das a las riberas de nuestros ríos
Alfombra de esmeralda y enredaderas;
Si Dios te hizo fecundo, en tus pensiles
Por Él lucen las flores sus hermosuras,
Y sobre ellas desciende perlas a miles
En cada nueva aurora de las alturas.
Si eres el mes risueño de las palomas,
El de las mariposas y golondrinas,
El de las brisas puras llenas de aromas,
El de las aguas mansas y cristalinas.
Si en ti, bendito Mayo todo es sonriente,
Y nos convida al gozo y a la ternura
El cadencioso ruido de limpia fuente
Y el murmurante arroyo de linfa pura.
El piar continuado del pajarillo
Que ensayando mil trinos tiende su vuelo;
El son de la zampoña del pastorcillo
Que vuelve a la cabaña mirando al cielo.
Si todo en ti nos habla de los amores,
Todo canta y sonríe, todo palpita,
Y haciendo que olvidemos los sinsabores
A los templos nos lleva y a orar invita.
Que todos tus encantos sean para Ella,
Para la Santa Niña del mundo hechizo,
Para la Excelsa Reina radiante y bella,
Para la tesorera del Paraíso.
Dame de lo que tú tienes en abundancia,
Céfiros perfumados, luz y alegría.
Y que todo celebre la Santa Infancia
De nuestra Inmaculada Virgen María.
ORACIÓN FINAL:
Ave María, Gloria al Padre
De amores llena te traigo el alma,
Niña preciosa, dulce ilusión.
recibe ¡oh Reina, de mis amores
del alma nuestra, muy pobre don.
Niña celeste, del mundo encanto;
jarrón de flores tu pecho es,
permite ¡oh Reina!, que en él coloque la flor que ves.
Ave María, Gloria al Padre
Ellas te canten, Niña querida,
endechas tiernas de nuestro amor
dulces cantares de amor divino,
pura alabanza, grato loor,
mientras el alma con triste pena
ya se despide, adiós, adiós.