Monitor: Tú eres toda hermosa,
¡oh Madre del Señor!;
tú eres de Dios gloria,
la obra de su amor.
Todos: Nuestra Señora, la obra de su amor.
Monitor: Pureza inmaculada,
espejo del Señor,
¡oh fuente de la gracia,
unida al Redentor!
Todos: Nuestra Señoras, unida al Redentor.
Monitor: ¡Oh rosa sin espinas,
oh vaso de elección!,
de ti nació la vida,
por ti nos vino Dios.
Todos: Nuestra Señora, por ti nos vino Dios.
Monitor: Belleza sin mancilla,
encanto virginal,
tú eres la alegría,
la gloria del mortal.
Todos: Nuestra Señora, la gloria del mortal.
Monitor: Infunde en nuestro pecho
la fuerza de tu amor,
feliz madre del Verbo,
custodia del Señor.
Todos: Nuestra Señora, custodia del Señor.
Monitor: Dichosa por los siglos
los pueblos te dirán:
tú fuiste del Dios vivo
la aurora celestial.
Todos: Nuestra Señora, la aurora celestial.
Purísima e Inmaculada Reina de nuestros corazones, al celebrar hoy tu Concepción Inmaculada, queremos redoblar nuestra piedad, para glorificar y engrandecer las magnificencias que Dios ha revelado en ti.
Déjanos recopilar en un solo ramillete, los dones con los que te ha colmado, adornado y enriquecido Dios, y elevar hasta Él, el cántico de nuestras alabanzas y bendiciones.
“Ave” Purísima e Inmaculada Virgen,
“Ave”, llena eres de todas las gracias, de todas las virtudes, de todos los dones, carismas, hermosuras y divinos encantos.
“Ave” el Señor está contigo, y Tú estás con el Señor; estuviste desde el primer instante de tu Concepción sin mancha y estarás con El eternamente.
“Ave” bendita tú entre todas las mujeres, bendita entre todos los seres, bendita sobre toda la creación.
“Ave” tú eres la gloria de Jerusalén, tú la alegría de Israel, tú el honor y la grandeza de nuestro pueblo.
Y recogiendo también en una sola plegaria todo lo que en esta novena te hemos pedido, te decimos: Dulce siempre Virgen María, líbranos de todo mal y de todo pecado, y consérvanos siempre sin mancha y sin arruga. Llena y hermosea nuestras almas con el don de la gracia, derrama la plenitud de los dones del Espíritu Santo, que Jesús viva en nosotros y nosotros vivamos en Jesús; guárdanos en su Corazón, y en el tuyo, aquí en la tierra y allá en el cielo eternamente. Amén.
Monitor: Ave María Purísima
Todos: Sin pecado concebida.
CANTO FINAL:
Salve, Madre, en la tierra de tus amores
te saludan los cantos que alza el amor.
Reina de nuestras almas,
flor de las flores, muestra aquí
de tu gloria los resplandores,
que en el cielo tan sólo te aman mejor.
Virgen santa, Virgen pura,
vida, esperanza y dulzura
del alma que en ti confía,
Madre de Dios, Madre mía,
mientras mi vida alentare,
todo mi amor para ti,
mas si mi amor te olvidare,
Madre mía, Madre mía,
aunque mi amor te olvidare
tú no te olvides de mí.