CAMINO DE PASCUA A PENTECOSTÉS
Día 6: Somos santuario de Dios
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Invocación
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetras las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
Divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
Según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
Dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén
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Oración para todos los días
Oh Señor, el día de tu Ascensión dijiste a los Apóstoles: “Esperen la promesa que les hice de parte del Padre”. Con la fe puesta en tu promesa espero con amor la venida de tu Espíritu. Haz que durante estos cincuenta días persevere en oración junto con tu madre María, para que se realicen en mi vida las mismas maravillas del día de Pentecostés. Te lo pido, Padre, por Cristo nuestro Señor. Amén.
(Silencio y/o reflexión compartida)
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Lectura de la palabra de Dios
¿No sabéis que sois templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en vosotros? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él; porque el templo de Dios es santo: y ese templo sois vosotros” (1Cor. 3,16-17)
(Silencio y/o reflexión compartida).
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Preces
Oh Padre, concédeme tu Espíritu:
– Para que aprecie mi cuerpo como santuario de Dios.
– Para que aprenda a adorar a Dios en espíritu y verdad.
– Para que mire respete a los demás como templos vivos de Dios.
– Para que luche por la dignidad de las personas.
(Preces libres)
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Padrenuestro
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Oración final
Oh Padre Dios, te doy gracias porque en tu Hijo Jesús me haces templo vivo de tu gloria. Haz que el Espíritu Santo me ayude a descubrir mi dignidad de santuario de Dios y a adorarle en mi corazón en espíritu y verdad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.