CAMINO DE PASCUA A PENTECOSTÉS
Día 49: No entristezcamos al Espíritu
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Invocación
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetras las almas;
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
Divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
Según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
Dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén
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Oración para todos los días
Oh Señor, el día de tu Ascensión dijiste a los Apóstoles: “Esperen la promesa que les hice de parte del Padre”. Con la fe puesta en tu promesa espero con amor la venida de tu Espíritu. Haz que durante estos cincuenta días persevere en oración junto con tu madre María, para que se realicen en mi vida las mismas maravillas del día de Pentecostés. Te lo pido, Padre, por Cristo nuestro Señor. Amén.
(Silencio y/o reflexión compartida)
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Lectura de la palabra de Dios
“No entristezcáis al Espíritu Santo de Dios con que él os ha sellado para el día de la liberación final. Desterrad de vosotros la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad. Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo. Sed imitadores de Dios, como hijos queridos, y vivid en el amor como Cristo os amó y se entregó por nosotros a Dios como oblación y víctima de suave olor”. (Ef. 4,30-5,2)
(Silencio y/o reflexión compartida).
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Preces
Oh Dios Padre, escucha mi oración:
– Para que la Iglesia proclame la salvación de Cristo.
– Para que los cristianos seamos testigos de la bondad de Cristo.
– Para que mi vida sea una oblación agradable a Dios.
(Preces libres)
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Padrenuestro
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Oración final
Oh Dios y Padre de misericordia, gracias a la pascua de tu Hijo, nos has regalado el don de tu Espíritu. Que él realice en la Iglesia las maravillas de Pentecostés y haga de ella oblación de suave aroma para Dios y para todos los pueblos. Por Cristo nuestro Señor. Amén.
(Antonio García, cp. Orar en el Espíritu, Venezuela 2004, pp. 155-157)