CAMINO DE PASCUA A PENTECOSTÉS
Día 2: Quedarse con lo bueno
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Invocación
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
- Himno
Ven, Espíritu divino,
manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don de tus dones espléndido;
luz que penetras las almas;
fuente de mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma
descanso de nuestro esfuerzo
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma,
Divina luz, y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia
Dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno. Amén
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Oración para todos los días
Oh Señor, el día de tu Ascensión dijiste a los Apóstoles: “Esperen la promesa que les hice de parte del Padre”. Con la fe puesta en tu promesa espero con amor la venida de tu Espíritu. Haz que durante estos cincuenta días persevere en oración junto con tu madre María, para que se realicen en mi vida las mismas maravillas del día de Pentecostés. Te lo pido, Padre, por Cristo nuestro Señor. Amén.
(Silencio y/o reflexión compartida)
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Lectura de la palabra de Dios
“No apaguéis el espíritu, no despreciéis las profecías. Examinadlo todo; quedaos con lo bueno. Guardaos de toda clase de mal”. (1Ts. 5,19-22).
(Silencio y/o reflexión compartida).
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Preces
Concédeme, oh Padre:
– Estar siempre atento a la moción del Espíritu Santo.
– Aprender a discernir la voluntad de Dios.
– Ser valiente en seguir las huellas del Maestro.
– Saber distinguir y apreciar los dones del Espíritu Santo.
(Preces libres)
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Padrenuestro
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Oración final
Oh Señor, concédeme estar atento a la voz del Espíritu. Que mi comportamiento no extinga su moción dentro de mí. Que sepa distinguir el bien del mal y que con tu gracia sea valiente en mi opción por Jesucristo. Por El mismo Cristo nuestro Señor. Amén.