¿A QUIÉN LE LAVÓ LOS PIES JESÚS?
“Antes de la fiesta de la Pascua,
sabiendo Jesús que había llegado la hora
de pasar de este mundo al Padre,
habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo” (Jn. 13, 1)
Hoy celebramos que Jesús instituyó la Eucaristía, a los discípulos como sacerdotes y el mandamiento del amor manifestado en el servicio.
“se levantó de la mesa, se quitó los vestidos y, tomando una toalla, se la ciñó; luego echó agua en la jofaina, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a enjugárselos con la toalla que tenía ceñida”. (Jn. 13, 4-5) Jesús nos viene preparando que es Él el que da la vida que no se la quitan, por lo mismo prepara la Pascua con sus discípulos cuidando que no se lo impida el traidor, “y envió a Pedro y a Juan, diciendo: Id a prepararnos la Pascua para que la comamos. Ellos le dijeron: ¿Dónde quieres que la preparemos? Díjoles Él: Al entrar en la ciudad, os saldrá al encuentro un hombre con un cántaro de agua; seguidle hasta la casa en que entre y decid al amo de la casa: El Maestro te dice: ¿Dónde está la sala en que he de comer la Pascua con mis discípulos?” (Lc. 22, 8-12) Él se pone a lavarles los pies a sus discípulos, sabe bien quién lo va a traicionar, quien lo va a negar y cuántas veces, y que todos lo van a abandonar, hay una entrega sincera, un amor verdadero. Todos tenemos seguramente alguien que nos traicionó, o nos está traicionando y lo vemos, o alguien, que por el qué dirán, niega ser nuestro amigo o conocernos, o amigos que, por diversas circunstancias, en los momentos más difíciles nos han abandonado, decimos que los hemos perdonado pero que las cosas no pueden volver a ser igual, ya no podemos volver a confiar en ellos; Jesús les lava los pies, se da Él mismo como alimento a ellos, les encomienda la misión: “haced esto en memoria mía”. (Lc. 22,19b) ¿No crees que sería una buena forma de celebrar este Jueves Santo, imitar a Nuestro Señor? Volver a tender la mano a aquel que nos ha fallado y lavarle los pies… y dar la vida por ellos.