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MARIA UNIDA A DIOS DESDE SIEMPRE
Canto de Entrada
Hoy nace una clara estrella,
tan divina y celestial,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de Ella.
De Ana y de Joaquín, oriente
de aquella estrella divina,
sale su luz clara y digna
de ser pura eternamente:
el alba más clara y bella
no le puede ser igual,
que, con ser estrella, es tal,
que el mismo Sol nace de Ella.
Gloria al Padre, gloria al Hijo,
gloria al Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
V.- Celebremos el nacimiento de la Virgen María, descendiente de Abraham, de la tribu de Judá y de la noble estirpe de David.
R.- CELEBREMOS CON ALEGRÍA SU NACIMIENTO.
V.- Del tronco de Jessé ha brotado la Virgen María, en cuyo tálamo ha entrado el Espíritu del Altísimo.
R.- CELEBREMOS CON ALEGRÍA SU NACIMIENTO.
V.- Cuando nació la Santísima Virgen, el mundo se iluminó, dichosa estirpe, raíz santa, bendito su Fruto.
R.- CELEBREMOS CON ALEGRÍA SU NACIMIENTO.
V.- Celebremos con gozo el nacimiento de Santa María, para que interceda por nosotros ante nuestro Señor Jesucristo.
R.- CELEBREMOS CON ALEGRÍA SU NACIMIENTO.
Lecturas
Bíblicas
“María, trono de la Sabiduría”. (Prov 8,22-31)
“Conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”. (Lc. 2,15-19)
Patrística
“Antigua por cierto es la piedad de los fieles cristianos para con la santísima Madre Virgen María, que sienten que su alma, en el primer instante de su creación e infusión en el cuerpo, fue preservada inmune de la mancha del pecado original, por singular gracia y privilegio de Dios, en atención a los méritos de su Hijo Jesucristo, redentor del género humano, y que, en este sentido, veneran y celebran con solemne ceremonia la fiesta de su Concepción. SS. Pio IX.
Congregacional
Mientras la Inmaculada Niña vivió en el seno de Santa Ana, el clarísimo conocimiento que tenía de Dios, le hacía vivir en aquella alta contemplación de la que nunca saldría su dichosa alma. Alcánzame luces, Dulcísima Niña, para que mi alma sólo se ocupe de Dios. Cuando con divina luz conoció el momento en que debía empezar a vivir entre los hombres, temió santamente ofender a Dios y ser una de las tantas almas, que se olvidan de sus divinos beneficios. Si tú temiste, ¿quién no temerá?
La humilde confianza fortaleció en María el temor santo de ofender a Dios. Temiéndolo todo de su naturaleza de criatura y esperándolo todo de la infinita misericordia, puso en su alma inmaculada el amor solícito para no ofender a Dios.
(Tiempo de silencio para la interiorización y el compromiso personal)
ACLAMACIÓN
Esta Niña celestial
de los cielos escogida,
es la Reina concebida
sin la culpa original.
(Pídase por intercesión de la Inmaculada Niña, la gracia que se desee alcanzar)
INVOCACIÓN
¡Acordaos! oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que alguno que recurriese a vuestro patrocinio, que implorase vuestro auxilio y acudiese a vuestro socorro, haya sido desamparado de Vos.
Yo, animado de esa confianza vengo a Vos, me refugio en Vos yo pecador gimo delante de Vos; no queráis, oh Madre del Verbo Eterno despreciar mis humildes súplicas, oídme favorablemente y haced lo que os suplico. Amén.
ORACIÓN A LA SANTA INFANCIA
Oh Dios, que por la Santa Infancia de tu digna Madre María Inmaculada quisiste alegrar al mundo, concédenos te rogamos, por tu infinita bondad que seamos hechos como niños, y que confortados con la suavidad de los dones del Espíritu santo, cumplamos perfectamente la voluntad de Jesús en la tierra, para que merezcamos gozar de Ti, con Jesús y con María eternamente en los cielos. Por el mismo Jesucristo Señor Nuestro. Así sea.
Oración final
Señor y Dios nuestro, que desde siempre miraste con amor a María y le concediste un claro conocimiento de Ti, mira con bondad a tus siervos que desean conocerte cada día más y confiar en tu gran misericordia. Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.