“Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor”
(Misal Romano I, BAC, p. 113)
Nos hacemos eco de la expectación de toda la humanidad. Dios ama a los hombres: son sus favoritos. El nos salva. Pero su salvación está enraizada en la historia. Jesús de Nazaret aparece como la salvación de Dios, encarnado en la humanidad. Verdadero Dios por generación divina, y verdadero hombre por generación humana. Así es como se firma y sella la Alianza entre Dios y el hombre: en Jesús, Dios se hace carne, y el hombre sin dejar de serlo, es Dios. (Misal Romano I, BAC, p. 108)